El mundo se indignó nuevamente el 28 de Junio de 2009. La víctima fue Honduras, el atentado lo produjo su propio presidente del Congreso Nacional del país, y el hombre al que destituyeron de su cargo, lleva el nombre de Manuel Zelaya.
Honduras fue siempre un país con un alto y extremo porcentaje de pobreza. Un 10% del país es rico, mientras el resto, debe contentarse con muy poco. Zelaya había comenzado a considerar estas cifras y comenzó a accionar en favor de la mayoría, para desventaja de los pocos. Según los datos de CEPAL, mientras que en el 2003 la extrema pobreza era de 53,9%, había bajado un
45,6% para el 2007. Los afortunados sectores empresariales que temen cambios en sus privilegios fiscales y en la política de expolio de los recursos naturales del país, se veían amenazado, y se sintieron mucho más enfurecidos, al conseguir Zelaya el apoyo de de 400.000 ciudadanos hondureños, las tres centrales obreras, el Bloque Popular de Honduras y toda una serie de organizaciones sociales, para promover la consulta popular no vinculante con respecto a la instalación de una cuarta urna.
La maniobra fue decidida. Dos horas antes de que el pueblo pudiera opinar respecto al Referendum Constitucional, las fuerzas armadas de Honduras, tomaron el mando del país. Micheletti dispuso un toque de queda de 48 hs, y comenzó el atentado. Se prohibieron las cadenas internacionales, y varios periodistas y embajadores fueron presos para sr liberados posteriormente. Las manifestaciones comenzaban, y Zelaya comenzó a gobernar en el exilio, habiendo sido destituído con la excusa de accionar contra la democracia de su país.
El golpe ya cobró dos víctimas y centenares de heridos. Mientras tanto, la OEA, la ONU, el ALBA, el MERCOSUR, la Unión Europea, EEUU, España, y todas las naciones de latinoamérica, se manifestaron en contra Micheletti y se negaron a reconocer su mandato, comenzaron a aplicar sanciones al mismo. Aún así, el actual "gobierno" no desiste, y rechaza cualquier negociación referente a que el presidente electo democráticamente pueda regresar a su país. La única negociación, aparenta ser la reelección en la cual, Zelaya no obtendría participación.
Los habitantes del país en cuestión, no se encuentran homogeneizados. Mientras un grupo une fuerzas por recobrar el mandato de su antigüo presidente, y ha llegado a reunir mas de 500.000 personas en marchas a pesar de ser constantemente reprimidos violentamente, otro totalmente opositor, se encuentra a favor de Micheletti, coincidiendo en que Zelaya atentaba contra la Constitución del país.
Los medios podrían jugar un papel importante. El diputado Manuel Villalba destacó que Globovisión, CNN y otros medios están al servicio del capitalismo y se encadenan para ocultar la verdad de la situación que está ocurriendo en Honduras con el golpe de Estado.
“Lo que no dicen esos medios de comunicación, es que hay un pueblo en la calle demandando el restablecimiento de la democracia y el retorno al poder en forma inmediata del presidente Zelaya”, recalcó. Por otro lado, también se acusa a las cadenas internacionales de haber intentado justificar el golpe de estado producido al pueblo hondureño, y se cree que esto podría tener consecuencias en cuanto a lo antes mencionado de la opinión del pueblo. Los fundamentos para esta última hipótesis, se encuentran en que las cadenas televisivas y los medios hondureños, son controlados por el antes mencionado porcentaje de personas con más recursos, a los cuales les convendría lo últimamente ocurrido en Honduras (figurita repetida).
Desde Argentina, el gobierno de facto obtuvo como respuesta nada más y nada menos que el repudio, ya que todos nosotros fuimos víctimas de la masacre que se produjo durante la última dictadura militar que tuvo lugar en el país, y conocemos perfectamente las consecuencias y el dolor, que traen consigo actos como el sucedido en Honduras. Y desde Argentina también, alzamos la voz como bien logró representarnos la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al gestar a favor del pensamiento de todos aquellos que estamos a favor de la democracia, para que Manuel Zelaya, sea restituído a su cargo.
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